Los 8 monumentos más bellos de París

París es una de las ciudades más visitadas del mundo. La simetria de sus monumentos, la elegancia de sus habitantes y la grandeza de sus avenidas la vuelven admirable. Cada uno de sus rincones es una perla. Sin embargo, hay 8 lugares que cualquier visitante tiene que conocer de la capital francesa.

Torre Eiffel: a pesar de que al ser inaugurada los parisinos en 1887 no estaban muy conformes con esa gran torre "aburrida" de hormigón y acero, hoy la Tour Eiffel de 300 metros es el símbolo indiscutido de la ciudad.


Arco del Triunfo: monumento más legendario de Francia y homenaje a las victorias del ejército francés de la época de Napoleón. La construcción llevó más de 30 años. Toda la historia del país de los últimos años pasó por este lugar, como los desfiles militares de las guerras mundiales o el famoso tour de France. Un buen paseo a pie puede arrancar en la Avenida Churchill, luego los Campos Elíseos y finalmente llegar al arco.


Musée du Louvre: uno de los museos más importante del mundo fue inaugurado en el siglo XVIII. La colección tiene más de 300 mil piezas, de las que pueden verse un diez por ciento. Se necesitan varios días para ver un pequeño porcentaje de las salas. Por eso, es conveniente ser selectivo al armar el recorrido y si o si ir a conocer su obra más famosa es "La Gioconda", de Leonardo da Vinci.

Catedral de Notre Dame: Dedicada a la Virgen María, fue construida entre los años 1163 y 1245. En esta iglesia se realizó la coronación de Napoleón Bonaparte y de Enrique VI de Inglaterra y la beatificación de Juana de Arco, entre otros hechos históricos de gran relevancia. Es uno de los ejemplos más exquisitos de la arquitectura gótica.

Montmartre: Situado en una colina de 130 metros de altura, Montmartre es el barrio para enamorarse a primera vista, el lugar de los artistas del siglo XX. Por aquí transitaron Van Gogh, Matisse y Renoir. Además, allí se encuentran la Basílica del Sagrado Corazón, Plaza Pigalle y el histórico cabaret Moulin Rouge.


  1. Jardines des Tuileries: Entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia, fue el primer espacio verde público de París, construido en 1564. El lugar lleva ese nombre porque allí había fábricas de tuiles (tejas). Luego Catalina de Médicis mandó a armar los preciosos jardines que hoy podemos disfrutar. En verano, este pulmón natural es uno de los más populares de toda Francia.


Puente de Alexandre III: París está llena de puentes, pero éste es, el más imponentemente bello. Inaugurado durante la Exposición Mundial de 1900, se destaca por las columnas de 17 metros, los caballos alados y los candelabros negros. Las parejas francesas y de todo el mundo eligen este lugar para sacarse las fotos. Ver este símbolo de la Belle Époque iluminado de noche es un espectáculo único.


Palacio de Versailles: Y si hay un lugar espectacular en Francia, este es Versalles. Nombrado Patrimonio de la Humanidad, el lugar reúne belleza arquitectónica, jardines lujosos y la historia francesa. La construcción del palacio, residencia real hasta 1789, fue ordenada por Luis XIV. Los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, la Galería de los Espejos, el Gran Trianón y el parque de 800 hectáreas merecen ser visitadas.



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