París es una de las ciudades las más cinematográficas del mundo. El amante del cine no necesita haber visitado la capital francesa para conocer sus delicados cafés, refinados puentes, románticas callejuelas, anchas avenidas y, por supuesto, la bella Torre Eiffel. Es que e Sena ha inspirado muchas películas románticas pero también ha sido el plato de clásicos dramas franceses. Pero en la ciudad parisina no todo es fotografía, la música y el contexto también son elementos fundamentales del cine francés. Hoy Destefanis Travel te lleva a viajar por la Ciudad Luz a través de estos cinco filmes:
1. 400 Golpes
Remontándonos al siglo pasado y a los inicios de la Nouvelle Vague, tenemos a François Truffaut, uno de los principales críticos galos que tomaron el relevo del cine de qualité para mostrar la realidad de su país tal cual era. A través de este lucido retrato de la ciudad francesa en los años 50, el joven François describe y a la vez denuncia la característica situación de esa época provocando en el espectador ternura pero también pena. Entre la serie de planos inolvidables de esta película se destaca aquel en el que los alumnos se van escapando de la fila encabezada por un despistado profesor de gimnasia. Pero todo el repaso turístico a París es muy completo.
2. Amelie
Amelie es más que una película, un personaje y una historia. Amelie es dulzura, música y belleza parisina. No es una chica como las demás. Le han pasado varias cosas en su vida: perdió a su pez adorado, vió a su madre morir en Notre-Dame y soportó que su padre le dedique todo su afecto a un gnomo. Hasta que decidió darle un giro a su vida arreglando la de los otros. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir en la felicidad de los demás. Cada escena está musicalizada con los acordeones, pianos y violines del músico y compositor francés Yann Pierre Tiersen.
3. Antes del atardecer
Hacia el 2004, Ethan Hawke y Julie Delpy se conocían en el filme Antes del Amanecer, más precisamente en un tren de la ciudad de Viena. Tras una promesa de reencuentro frustrada, diez años después, en la segunda parte de la trilogía de Richard Linklater, se vuelven a ver en París. De café en café, paseando por los parques y navegando por el Sena, este romance es uno de los más tiernos de la década.
4. Medianoche en Paris
Para los admiradores de Woody Allen, esta cinta es una cita obligatoria en su filmografía. Del catálogo turístico europeo al que se ha dedicado el director neoyorquino en los últimos tiempos, su guía parisina de 2011 supera a la catalana de Vicky & Cristina Barcelona o la romana de Roma con Amor. Sólo la combinación de la fotografía, los colores y las melodías de Medianoche en Paris son una total maravilla. Pero, como es habitué en las películas woodynescas, el ingenio del guión también es admirable ya que está escrito sobre un profundo trasfondo moral y una antinostálgica reminiscencia contra aquellos que en cada época han pensado "todo tiempo pasado fue mejor".
5. Intouchables
Como comedia un tanto dramática, este film francés muestra los contrastes sociales en suelo parisino. Por un lado, Philippe, un millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente; y por otro, Driss, un inmigrante de barrio marginal recién salido de la cárcel que se ofrece a cuidarlo. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada para acompañar a tal aristócrata, los dos acaban logrando que en su vida convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, el humor y la humildad, las bellas artes y el rap, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos realidades totalmente diferentes en las cuales la amistad y la sensibilidad se hacen una a través de las composiciones del pianista Ludovico Einaudi.
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