La ciudad de los cuentos de hadas

El Siglo XIII vio nacer a una de las ciudades más bella de las tierras checas: Český Krumlov. A partir de un castillo protegido por la triple curva con la que el río Moldava, que ejerce de fortaleza natural, una situación estratégica privilegiada.


Dos familias nobles dirigieron los destinos de la ciudad, los Rosenberg y los Schwarzenberg, que habitaron en ese orden el maravilloso castillo de decoración renacentista y barroca primero y enriquecida por el gótico incorporado por los Schwarzenberg.  Desde lo alto de su característica torre cilíndrica se tiene la mejor vista de 360º de la ciudad. 


Fuera del imponente castillo, destaca por su auténtica red de estrechas callejuelas medievales, la Plaza del Ayuntamiento (Svornosti nám),  muy pequeña pero elegante y acogedora, donde se levantan edificios renacentistas con fachadas pintadas por distintos colores y un gran edificio blanco de soportales que es el antiguo Ayuntamiento (Radnice) coronado con el escudo-emblema de la familia Schwarzenberg, con una cabeza y un cuervo junto a los ojos, macabra imagen que se ve en muchos rincones de Bohemia hace referencia a la Batalla de Győr contra los otomanos dentro de la actual Hungría en la que el líder turco fue derrotado y decapitado por un antecesor de esta familia alemana. 


Un puente de madera (Lazebnicky Most) separa la ciudad vieja de la colina en la que se alza el castillo, animado casi siempre por artistas y cantantes. Latrán es la calle más antigua de Český Krumlov puesto que es por la cual se accedía al castillo. Allí hay iglesias, un gran monasterio y casas tradicionales hoy convertidas en  tiendas y restaurantes con mucha elegancia y buen gusto. Allí la vista del castillo y de las casas de las orillas es preciosa, y regularmente el pueblo se reúne para escuchar música medieval.


Merece la pena entrar a algunas tiendas y a bares como la antiquísima farmacia que muestra frascos de botica en sus vidrieras. La decoración de las casas invita a entrar a cualquiera de ellas a comprar artesanía, productos locales o tomarse un café bien caliente cuando el invierno se vuelve algo más que riguroso.


El final del paseo está en la única puerta medieval que se conserva de lo que era una urbe amurallada, la conocida como Puerta de České Budějovice. Al cruzar la misma y a mano izquierda se ve una casona que perteneció siempre al verdugo de la ciudad, que estaba obligado a vivir extramuros.


Todo esto y más es Český Krumlov, ciudad de mágico ambiente situada en Bohemia del Sur, Patrimonio Cultural de la Humanidad y que se suele apodar como ‘ciudad de los cuentos de hadas’. 

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