Varanasi, camino al Ganges...

VARANASI |CAMINO AL GANGES |

Por Silvia Socci

Ninguna ciudad en India, provoca tantas expectativas y contradicciones como Varanasi, conocida también como Benarés, es el centro religioso y sagrado del hinduismo y del jainismo. Al transitar sus calles, escoltados por nuestro guía Vijay y algunos vendedores locales, sin darnos cuenta nos vamos perdiendo en medio de la marea humana que nos rodea. Un divertido y exótico caos sin fin que puso a prueba nuestros sentidos. Un verdadero escenario colorido donde todo sucede a modo de tetris: autos, personas, rickshaws, vacas y motos…

De pronto llegamos a los ghats o escalones del río sagrado, el Ganges y los sonidos se transforman en cánticos y mantras que nos conmueven profundamente.

Antes de las siete de la tarde, abordamos una barca para presenciar con total tranquilidad, la Ceremonia llamada Gange Aarti que se sucede en las escalinatas del Ghat Dasaswamedh, cerca del templo Durga. Permanecimos una hora, contemplando a los miembros de la casta Brahaman agradecen a la diosa Ganges, entre luces de velas encendidas, flores, inciensos, tañidos de campanas y música, a lo que se suman numerosos peregrinos, locales y turistas.

Pasajeros Destefanis en la Ceremonia Gange Aarti

Durante esa hora se suspendió el tiempo. Al terminar, emocionados y en calma desandamos el camino de regreso al hotel.La experiencia se repite al día siguiente, antes de que amanezca, momento en que los hindúes se dirigen hacia el Ganges para sumergirse en sus aguas y obtener la purificación. El sol del amanecer le da una belleza particular al paisaje, a los saris de las mujeres indias, a los templos y al mismo río. Depositamos en sus aguas nuestra ofrenda con flores y velas encendidas pidiendo un deseo, es una imagen deslumbrarte ante nuestros ojos.

Pasajeros Destefanis en el Río Ganges.

La ciudad de Varanasi

Varanasi no deja indiferente a nadie, es una ciudad caótica, ruidosa y para nada limpia, pero inolvidable, llena de color y espiritualidad. ¡India se quedó en nuestros corazones!