NAVEGANDO POR EL ANTIGUO EGIPTO

Navegando por el Antiguo Egipto

“Egipto es un don del Nilo”, afirma la conocida frase. Y es que este país africano sería solo un desierto si el río no existiera. El cauce ha sido clave en el desarrollo de esta civilización milenaria, junto a su flora, la fauna y la agricultura.

Para los antiguos pobladores, el Nilo era tan importante que lo veneraban como a un dios; el calendario se basaba en tres grandes estaciones con referencia a la inundación, cosecha y siembra. Por todo esto es imposible pensar en visitar Egipto y no experimentar un clásico Crucero por el Nilo, un viaje sencillamente incomparable, donde se contemplan la sucesión de templos en las riberas, las noches estrelladas y los atardeceres rojizos.



Existe una gran oferta de categorías y de duración. Pero entre los recorridos más elegidos se encuentran aquellos itinerarios a bordo, de tres y cuatro noches, entre Aswan y Luxor, travesía que permite comprender cómo se vivió a las orillas de este gran rio y conocer lugares increíbles.

Aswan. Está ubicado al sur de El Cairo y su nombre deriva de la palabra egipcia “soun”, que significa zoco o comercio, haciendo referencia a la posición estratégica de la ciudad en la ruta comercial que une el norte de Egipto con el sur. Es reconocida por su tranquilidad, por su rica experiencia cultural en relación al pueblo Nubio y por ser la postal típica de la falucas.

Este puede ser el punto de embarque o desembarque, según el itinerario elegido. Desde aquí se conoce Alta Presa, una megaconstrucción del siglo XX -finalizada en 1970-, y construida para salvar a Egipto de las inundaciones anuales del Nilo. Otro atractivo es el Obelisco Inacabado, que se encuentra tallado en una cantera de granitos rojo y que fue ideado con el objetivo de ser el obelisco más grande del Antiguo Egipto, con 42 metros de altura y un peso de 1.200 toneladas.

La estadía en ciudad finaliza con un recorrido en faluca, para obtener una vista panorámica del Jardín Botánico, la Isla Elefantina, y el Mausoleo del Agha Khan.


Kombo Ombo /Edfu. Dependiendo del itinerario de tres o cuatro noches en crucero, existen atracciones para no perderse tal como el Templo de Kom Ombo, construido entre 1350 y 180 a.C. bajo las órdenes de Ramsés II y dedicado originalmente a Sobek, un dios con cabeza de cocodrilo y cuerpo humano; aunque posteriormente agregaron al culto a Haroeris, Horus el viejo. También puede visitarse el Templo de Edfu, en honor al dios Horus y uno de los más grandes y mejor conservados del país.

LUXOR. Fue capital del Antiguo Egipto, y hoy se la conoce como el museo al aire libre más grande del mundo. Este es otro punto de partida o finalización de la travesía en crucero. Por la orilla Oriental del Nilo se conoce el Templo de Karnak, el templo más grande de Egipto construido por múltiples faraones como Hatshepsut, Seti I, Ramsés II y Ramsés III, durante el periodo 2200 y 360 a.C. 

En su interior, se encuentra el gran templo de Amón, capillas y el gran lago sagrado. Cerca está el espectacular Templo de Lúxor, levantado entre los años 1400 y 1000 a.C. por los faraones Amenhotep III y Ramsés II; dedicado a Amón, dios del viento. Cabe destacar que, ambas construcciones están conectadas por la avenida de las esfinges y separadas por unos 3 km., aproximadamente.

En la orilla occidental espera la Necrópollis de Tebas, el Valle de los Reyes, en la antigüedad denominada "Ta Iset Maat", "lugar de la verdad". Aquí se han descubierto más de 60 tumbas, pero más visitadas son las de Tutmosis III, Ramsés VI, Ramsés IX, Siptah, Ramsés IV y el famoso Tutankamon. En la zona también se encuentra el templo funerario de Hatshepsut y los grandiosos Colosos de Memnón.

Las travesías por el Nilo pueden completarse con noches en El Cairo, capital y ciudad más importante, con opciones para visitar Alejandría y extender la estadía con unos relajantes días de playas en Hurgada o Sharm el Sheikh, en el Mar Rojo.


De Nadia Ludueña

Para Destefanis Travel 

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