CINQUE TERRE, CINCO JOYAS DEL MEDITERRÁNEO

Cinque Terre, cinco joyas del Mediterráneo

Cinque Terre es una de las zonas con más encanto de Italia y del Mediterráneo. Está formada por cinco pueblos, ubicados en línea recta por 10 kilómetros: Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso al Mare. La región ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, además, desde 1997 es un Parque Nacional italiano.

Se encuentra en el litoral de Liguria, área que abarca desde Punta Mesco hasta Punta di Montenero. Cada poblado tiene sus propias características arquitectónicas, pero tienen algo en común; sus edificaciones están contenidas o rodeadas por las montañas que le dan esa identidad tan única.  

Llegar en tren es la mejor forma, ya que desde la Spezia toma solo 10 minutos hasta Riomaggiore y desde Génova a Monterosso al Mare, una hora y media aproximadamente. También es excelente la conexión con Milán, Florencia, Pisa y Roma. Excepto Corniglia, los pueblos tienen la estación cercana al centro.

¿Qué podemos ver?

Monterosso al Mare. Es la localidad más poblada en el extremo norte y la que mejor infraestructura turística posee, tal como hoteles, restaurantes y negocios. Sin embargo, es la más sencilla; no tiene las casas coloridas sobre las montañas.

Su centro histórico está muy bien conservado y perderse por sus callecitas y degustar un buen “Sciacchetrá” -el vino local- son imperdibles. Se puede visitar la Iglesia de San Juan Bautista, admirar el exterior de la casa del nobel de literatura, Eugenio Montale; y recorrer la Torre Aurora, construida para prevenir ataques bárbaros en el siglo XVI. En la parte moderna, se descubre la estatua de Il Gigante, símbolo de Monterosso. Para quienes desean hacer playa, aquí hay una con aguas cristalinas, y que se divide en pública y privada.

Vernazza. Se encuentra al sur de Monterosso, a 5 minutos en tren, y es la que mejor ha conservado su aspecto de ciudad marinera, con atractivos colores en sus casas.

La plaza principal está rodeada de varias casitas coloradas, que son bares y restaurantes donde tomarse un “gelato” es la atracción. La pequeña playa del pueblo y la Iglesia de Santa Margarita de Antioquia, con un campanario octagonal erigido en lugar de una cúpula normal, son rincones imperdibles. Otra visita imprescindible es subir hacia el Castillo de los Doria, desde el que se obtiene una panorámica espectacular de la localidad, sobretodo en la puesta del sol.

Corniglia. Ubicado al sur de Vernazza; es el pueblo más pequeño y particular de las cinco tierras. Es que la localidad no tiene costa y se encuentra a más de 100 metros de altura sobre el nivel del mar, rodeado de olivares y viñedos. Para acceder desde la estación de tren, se puede optar por Lardarina, la escalinata de 382 escalones y 33 rampas, o tomar el bus eléctrico.

En el pueblo, las visitas incluyen la Iglesia de San Pietro, construida en 1350 con estilo gótico, la cual es todo un emblema local; el Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, que posee impresionantes vistas sobre el mar; y Taragio, la plaza principal y la verdadera alma del pueblo.

Manarola. Es la última villa de norte a sur, y para llegar desde la estación de tren es necesario atravesar un túnel. Se caracteriza por la variedad de colores en sus casas de estilo genovés. Tiene muchas callecitas pintorescas y coloridas por las cuales perderse. Además, en los restaurantes de la calle principal, llamada Via del Mezzo, se recomienda probar una deliciosa focaccia. Aquí también hay bares, negocios de artesanos, etc. Al final de esta calle, los visitantes obtienen bellísimas postales del poblado. Los principales atractivos son: la Iglesia Natividad de la Virgen María -comúnmente conocida como la Iglesia de San Lorenzo, el santo patrón de Manarola-; el Oratorio de los Disciplinados de Manarola y los restos del bastión. Entre las rocas, se hallan piscinas naturales con agua totalmente cristalina.

Riomaggiore. Es el último pueblo yendo en dirección sur y es el más pintoresco, tranquilo y ordenado. Desde su pequeño puerto con un malecón, se accede a las mejores tomas de la localidad.  La Iglesia de San Juan Bautista –una de las más bonitas de la zona-; el Castillo de Riomaggiore o “Castellazzo di Cerricó”, el Oratorio dei Disciplinati, el oratorio de San Rocco, el santuario de nuestra señora de Montenero y la Torre Guardiola con su jardín botánico son los puntos más disfrutados por los turistas. No hay duda que la mejor forma para conocer este lugar es ir y venir por sus calles, detenerse en los puestos artesanales y degustar un buen vino local. Desde el malecón existe un sendero que va opuesto al pueblo y llega a playa “escondida”, totalmente de piedra, pero muy bella. Aquí una visita al atardecer quizás sea la mejor opción para terminar el recorrido por las cinco tierras.

Más datos

Este destino se puede visitar durante todo el año. Es posible conocerlo en un día con el servicio Cinque Terre Express, operado por tren Italia, que permite ir y venir a cada localidad durante el día o una excursión; pero lo más recomendable es hacerlo en 2 o 3 días para disfrutar y conocer mejor.

El parque nacional también ofrece cientos de senderos, que atraen a los amantes del trekking y la naturaleza. Uno de los caminos más conocidos es la ruta Azul, que une los cinco poblados y que reabrirá en abril de 2021.

De Nadia Ludueña

Para Destefanis Travel

Comentarios