INDIA: EL TRIÁNGULO DE ORO

La India es uno de esos viajes que te marcan para toda la vida. Es mi lugar favorito en el mundo. Es un país que no tiene nada, pero a su vez lo tiene todo

Cuando me regalaron esta aventura empecé a investigar a dónde era este lugar tan lejos al cual me estaban llevando, pero a la India hay que vivirla, hay que experimentarla. Nada de lo que leí se asemejó a mi experiencia allí. Una vivencia única en la vida.

Cada paso que daba en sus calles me sorprendía aún más. Las fotos que había visto no se parecían en nada a lo que estaba viendo, oliendo, escuchando, saboreando y tocando en ese momento.

Yo creo que hay un antes y un después en la vida de una persona luego de un recorrido por la India. Al final te preguntás cómo hacen para vivir tan felices si no tienen nada material, y es ahí donde te empezás a replantear muchas cosas. Aquí es más importante estar bien en espíritu que tener un auto. Nadie critica, nadie grita, cada uno vive en su mundo de paz y armonía. “Vive y deja vivir” describe perfectamente la filosofía de vida de cada indio. 
"Hay algunas partes del mundo que, una vez visitada, entra en tu corazón y se queda allí. Para mí, la India es un lugar así. Cuando visité por primera vez, me sorprendió por la riqueza de la tierra, por su belleza exuberante y exótica arquitectura, por su capacidad de sobrecargar los sentidos con la intensidad pura, concentrado de sus colores, olores, sabores y sonidos. Era como si toda mi vida había estado viendo el mundo en blanco y negro y cuando se pone cara a cara con la India, todo lo experimentado renderizados en brillante technicolor". 
 Keith Bellows - Vice Presidente de National Geographic
No existe, o no conocemos, territorio en el mundo que tenga tanta variedad de lenguas, culturas, etnias, creencias y estilos de vida. India es el país de mayor contraste en el mundo.

El Triángulo de Oro es una primera aproximación a la India. Nueva Delhi, Jaipur y Agra son los destinos más turísticos por excelencia del séptimo país más extenso del mundo.
Te invitamos a conocerlos.

NUEVA DELHI
Es una de las puertas de entrada, ya que gran parte de los vuelos internacionales llegan a Nueva Delhi. La capital de la India es una antiquísima ciudad cuyos orígenes se pierden en la leyenda. Cientos de monumentos la adornan, con su labrada y milenaria historia.
Nuestra primera parada es el mercado Chandi Chowk, que se construyó en 1648, y la mejor manera de recorrerlo es en Rikshaw. Hay que detenerse dos veces en este paseo: para entrar a la mezquita más grande de India, Jami Masjid, y para admirar el Red Fort, un emblema de la independencia india.
Chandi Chowk
Jami Masjid
Red Fort
Vale la pena, también, pasar por el conmemorativo de Mahatma Ghandi y lugar donde fue icinerado: Rajghat.  
Después de dar un paseo por la Connaught Place, complejo comercial inaugurado en 1931 por los británicos, hay dos templos espectaculares para conocer: el Templo de Lakshminarayan o Templo de Birla, el primero en abrirse a todas las castas y Gandhi asistió a su primera puja, y el Guardwara Bangla Sahib, un ex palacio enteramente realizado de mármol que ahora es el principal templo sij de la ciudad.
Templo de Lakshminarayan
Guardwara Bangla Sahib

En el antiguo Delhi hay dos visitas obligatorias, y ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El primero es el Complejo Qutb, en donde el Qutab Minar, con su bello arte islámico, resalta al ser el alminar de ladrillos más grande del mundo. El segundo es una de las primeras muestras de arte arquitectónico mogol, la Tumba de Humayun. El emperador duerme para siempre en una espectacular obra de arte. 
Complejo Qutb
Tumba de Humayun
 El Templo de Loto es el edificio más innovador e icónico de Delhi, con sus 27 pétalos de mármol blanco abre sus puertas a todo aquel que quiera meditar, cualquiera sea su religión. Por último, hay que admirar la famosa India Gate, un arco inmenso de arenisca roja que se levantó en memoria de los soldados indios y británicos caídos en la primera Guerra Mundial.
Templo de Loto
India Gate
JAIPUR
Mi ciudad india favorita. Nos inunda los ojos con millones de colores en bazares, en sus palacios, en saris, en especies, y sus edificios más emblemáticos. Jaipur responde también al apodo de Ciudad Rosa. Este lugar es uno de los mejores exponentes de planificación urbana de la India.
En esta ciudad cuatro son los lugares más importantes para contemplar.
Comenzando por el City Palace Museum, que con una mezcla de arquitectura rajput y mogol, ha sido el hogar de los gobernantes de Jaipur desde el siglo XVIII. Se puede entrar para visitarlo y existe un museo con una colección inmesa de tesoros, manuscritos, alfombras, ropajes reales, instrumentos musicales y armas. Lo que más me deslumbró fueron dos urnas de plata que son consideradas en el Libro Guiness como los objetos de plata más grandes del mundo, que sirvieron a Madho Singh II para transportar agua sagrada del Ganges a Londres cuando fue de visita en 1901. 
City Palace Museum
Una segunda parada e indispensable, es el espectacular palacio Hawa Mahal, que con su fachada escalonada en forma de pirámide, y con 953 ventanas, logró convertirse en el símbolo de Jaipur. Fue construido en 1799, sobre una de las avenidas principales, para que las mujeres reales pudieran observar la vida cotidiana sin ser vistas. 
Hawa Mahal

El observatorio Jantar Mantar es nuestra tercer visita. Este observatorio construido por Sawai Jai Singh II en 1728 se utiliza, hasta el día de hoy, para calcular las temperaturas que se alcanzarán en verano, la fecha de llegada, la duración e intensidad del monzón, y la posibilidad de inundaciones y hambrunas. 
Jantar Mantar
La última visita es al Amber Fort, un palacio fortificado que fue la ciudadela de los Kachhawaha hasta 1727, cuando la capital se trasladó a Jaipur. Al llegar al lugar, te montás al lomo de un elefante multicolor que te lleva hasta la cima. En el paseo podrás admirar una panorámica de Jaipur, el lago Maotha y la muralla original de la ciudad. Una vez alcanzado el palacio, la puerta de ingreso de 1640 y con tres alturas, Ganesh Pol, obliga a los turistas a fotografiarse, es realmente impactante y hermosa. En el interior, un lugar llamó particularmente mi atención, la sala Sheesh Mahal: el reflejo de la llama de una vela en los diminutos espejos que la cubren convierten el lugar en un cielo estrellado. 



AGRA
En el estado de Uttar Pradesh encontramos esta ciudad a las orillas del río Yamuna, sede de la corte mogol durante los años 1556 y 1658. Durante el reinado de los emperadores Akbar, Jahangir y Shah Jahan se construyeron lujosos fuertes, palacios, jardines y mausoleos. De entre ellos, el Taj Mahal y el Fuerte Rojo de Agra han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Taj Mahal, una verdadera historia de amor. Cuando falleció, en 1631, la esposa predilecta del emperador Shah Jahan en el parto de su decimocuarta hija, él, desconsolado, ordenó construir un mausoleo en su memoria. Un palacio de perlas dentro de un paraíso donde Mumtaz Mahal pudiera descansar eternamente. Luego de 12 años, 41 millones de rupias, 500 kilos de oro y 20.000 obreros se levantó este eterno monumento al amor.
Al entrar, su majestuosidad te deja sin palabras y el blanco del mármol encandila los ojos. Y casi sin darme cuenta, estaba al frente de una de las siete maravillas del mundo. Desde la entrada, ya se puede admirar su pureza, su excelencia, su simetría, sus estanques y se puede percibir el amor en el aire. 
Mientras se camina hacia el mausoleo por esos jardines tan coloridos y tan perfectos, se olvida de los miles de turistas que caminan al alrededor. Te olvidás del mundo. Esa obra de arte se va haciendo cada vez más grande. Es que claro, sólo la cúpula mide 44 metros de altura. 
Al finalizar el paseo, se llega hasta la tumba principal. Todo se vuelve más inmenso, más impactante. Su impecable revestimiento de mármol, con incrustaciones de piedras preciosas, llevan a describir al Taj Mahal como uno de los edificios más elegantes y armoniosos del mundo. Nos deja ver la riqueza y el lujo del arte mogol de aquellos tiempos.





El Fuerte Rojo de Agra fue construido por el emperador Akbar entre 1565 y 1573. Este palacio amurallado de arenisca roja está ubicado en la orilla oeste del río Yamuna. En su interior, podemos encontrar un conjunto de edificios y palacios señoriales, cuyos estilos varían desde la complejidad de lo construido por Akbar hasta la sublime simplicidad de Shah Jahan. 
Esta es la fortaleza más importante de todo el país. Los grandes mogoles del imperio Mogol, Babur, Humayun, Akbar, Jahangir, Shah Jahan y Aurangzeb vivieron y gobernaron desde acá. 
Dentro del fuerte, encontramos una torre octogonal de dos plantas, llamada Musamman Burj, que tiene vistas impresionantes al Taj Mahal, y es donde pasó sus últimos años de vida el emperador Shah Jahan, encarcelado aquí por su hijo Aurangzeb.




Estas tres ciudades son sólo una aproximación 
a todos los tesoros que esconde el continente más fascinante del mundo...






Comentarios